¿Tienes hipo? ¡Elimínalo en segundos con esta simple técnica!
Ese molesto «hic» puede aparecer en el momento menos esperado, interrumpiendo una conversación o una comida. Aunque el hipo es una reacción común e inofensiva, puede ser muy frustrante. Afortunadamente, no tienes que recurrir a viejos trucos como beber agua al revés. La ciencia nos explica por qué ocurre y nos da una técnica simple y efectiva para detenerlo.
¿Qué causa el hipo?
El hipo es una respuesta involuntaria causada por la irritación del nervio frénico. Este nervio crucial recorre desde el cuello hasta el abdomen, pasando cerca del corazón y el esófago, y llega hasta el diafragma, un músculo grande en forma de cúpula que es vital para la respiración. Cuando este nervio se irrita por diversas razones (comer demasiado rápido, beber gaseosas, etc.), provoca que el diafragma se contraiga de forma espasmódica, lo que a su vez causa ese sonido característico.
La técnica de respiración que te salvará del hipo
La solución no está en beber agua o aguantar la respiración al azar, sino en relajar el nervio frénico a través de una respiración consciente. Aquí te explicamos cómo hacerlo:
- Inhala profundamente: Toma una respiración profunda, asegurándote de que tu abdomen se expanda hacia adelante. Siente cómo tus pulmones se llenan de aire.
- Aguanta la respiración: Mantén el aire en tus pulmones durante el mayor tiempo posible. Esto provoca que el diafragma descienda y se estire, ejerciendo una presión controlada sobre el nervio frénico.
- Exhala lentamente: Suelta el aire de tus pulmones de manera suave y gradual. Esta exhalación lenta permite que el diafragma se relaje y vuelva a su posición normal, lo que ayuda a calmar la irritación del nervio.
Si el hipo persiste, puedes repetir este ciclo de respiración unas tres o cuatro veces. Al estirar y relajar el diafragma de forma controlada, le estás enviando una señal a tu cerebro para que detenga los espasmos involuntarios, terminando con el hipo de una vez por todas.
